PILAS y BATERIAS

Hoy en día, gracias a las pilas podemos utilizar algunos aparatos electrónicos sin depender de cables o de enchufes. Pero no duran eternamente, ¿qué hacemos con estas fuentes de energía cuando se agotan?


En 2015 en España deben recogerse como mínimo el 45% de las pilas producidas.


Se utilizan en los hogares, comercios, industrias, talleres o administraciones públicas. Podemos verlos sobre todo en aparatos como: el mando a distancia, la radio, el ordenador portátil, el ratón del ordenador, la calculadora... y después de usarlas ¡toca recogerlas!


Productores, fabricantes e incluso importadores tienen la responsabilidad de recoger y gestionar las pilas y acumuladores que han sacado al mercado. Para ello se distribuyen contenedores específicos a lo largo y ancho de multitud de ciudades y comercios. El objetivo en España para 2015 es recoger como mínimo el 45% del total producido.


Cuando el ciclo de vida de estos dispositivos llega a su fin, estas fuentes de energía se convierten en residuos, los cuales se manejan a través de una normativa específica europea, la Directiva 2006/66/CE


El proceso de reciclaje al que se someten las pilas y las baterías de tipo estándar pasa por diferentes fases de trituración. Un procedimiento controlado bajo refrigeración con nitrógeno, separación de los diferentes metales.


La técnica de reciclaje dependerá del tipo de pila, es decir, las pilas botón no se reciclan igual que las baterías de los móviles o las de los coches. Se sigue un tratamiento exclusivo para cada una de ellas.


El resultado final son metales pesados que se destinan a la producción de artículos que estén compuestos por los mismos materiales. Además, se obtienen materiales como por ejemplo el plástico que se puede utilizar para fabricar una infinidad de objetos.


En España se venden al año más de 12.000 toneladas de pilas y acumuladores portátiles.