Puertas de interior

nos cuesta encontrar puertas

El sector de la puerta, al límite


El colectivo nacional de los fabricantes de puertas de madera transita por la crisis de la peor forma posible: el crecimiento desmedido y sin control durante los años de la burbuja inmobiliaria, y una copia literal de los catálogos entre fabricantes, se le une ahora un intento de guerra de precios, practicada por las factorías moribundas, eso sí sin tener en cuenta la calidad y entregando las puertas de forma chapucera y vergonzosa, lo que conlleva a la devolución de una parte importante de la producción. La localidad toledana de Villacañas, paradigma de esta realidad, ha pasado de emplear a 6.500 trabajadores directos a tan sólo 1.200. Y parece que el proceso de cierre de empresas no ha concluido.


Como aves carroñeras las fábricas de puertas que resisten se aprovechan de lo que dejan las que mueren en el camino, y la reducción de fábricas hace que las pocas que quedan estén a tope de pedidos, y como consecuencia de esta falta de competencia entregan el material mal acabado y sin cumplir las fechas de entrega, está claro, “si quieres esperas y si no se las pides a otra fábrica”, pero ¿a quién? Si han cerrado casi todas y las que quedan están en el mismo juego.


Lo cierto es que se han desmantelado numerosas fábricas. Es conocido que han desaparecido grandes firmas fabricantes de puertas. De esos escombros pretenden seguir viviendo otros, pero si siguen por este camino de falta de seriedad y de nula calidad, los almacenes e instaladores tendrán que replantearse la situación y buscar quien fabrique puertas de calidad, segmento este, que ha quedado desierto.